viernes, 28 de octubre de 2016

PROGRAMA ANALÍTICO-SINTÉTICO - 4º año

·         Profesora: Antonella Mármol Vila.
·         Año: 2016.

PROGRAMA ANALÍTICO-SINTÉTICO DE FILOSOFÍA
1 ° año de Bachillerato – Reformulación 2006


Alumnos Cat. C y D.
Temas para el examen:


Unidad Nº 1 – La filosofía como pensar problematizador

·   - ¿Qué es la filosofía? Texto de García Morente: Una posible forma de definir la filosofía. Definiciones. Origen etimológico del término. La filosofía como el estudio de los problemas fundamentales del hombre.
·     -     Los problemas filosóficos: La capacidad de problematizar. ¿Qué es un problema?
·     -   Diferencia entre origen y comienzo de la filosofía: Aportes de K. Jaspers.
Orígenes de la filosofía: El asombro, la duda y la conmoción interior: las situaciones límites (la muerte, la culpa, el azar, la enfermedad y/o sufrimiento, la historicidad y lo relativo a lo fáctico).
· -  El comienzo de la filosofía. El mito: Definición y caracterización. El pasaje del mito al logos. Conceptualización. Características de la filosofía.
·    -     Ciencias y filosofía: Distinción.
·     -    Sócrates. Contexto histórico-cultural. La cuestión socrática. El método socrático.


Unidad Nº 2 – Lo humano y las culturas

·       - ¿Qué es el hombre? Respuestas a la pregunta desde las concepciones de Pascal y Sartre:
·    -  La respuesta de Blaise Pascal. Textos de la obra “Pensamientos”. El hombre como “junco pensante”: importancia del pensamiento. Miseria y grandeza del hombre.
·       -  La respuesta de Jean Paul Sartre: Concepción existencialista plasmada en la obra “El existencialismo es un humanismo”. “La existencia precede a la esencia”: reflexión del sentido de la frase aplicada a la existencia humana; diferencia con la existencia de los objetos: visión técnica del mundo. Concepción ateísta del filósofo. El hombre como proyecto. La responsabilidad del hombre frente a sí mismo y frente a la humanidad. La libertad como condena: “El hombre está condenado a ser libre”. La angustia.
¿A qué llamamos libertad? Problematización.
·      -   ¿Qué es la cultura? ¿Qué importancia tiene en nuestras vidas?
Análisis de textos: “La vida de Genie” y “Un condicionamiento extremo”.Tratamiento de terminología: “endoculturación”, “relativismo cultural”, “etnocentrismo”.


Unidad Nº 3 – Pensamiento, lenguaje y realidad

·  - Tratamiento de la tríada pensamiento, lenguaje y realidad: Conceptualización. Análisis de la cooperación sistémica entre estos tres elementos.
·       -  La realidad ¿Es tal como la vemos? Textos de “Antropología filosófica. Introducción a una filosofía de la cultura” de Ernst Cassirer; el hombre como animal simbólico. Importancia del universo simbólico. El acceso mediato a la realidad.
Rol de la cultura, el lenguaje, el arte, la religión, los mitos y la ciencia en la conformación de dicho universo simbólico.
·   - El lenguaje: Tipos de lenguaje: oral, escrito, gestual o kinésico, icónico y proxémico. Funciones fundamentales del lenguaje: comunicativa y cognoscitiva.
·    -  La realidad: Discusión sobre lo que es real y lo que no. Tipos de realidad: subjetiva, objetiva, virtual y social.
·     -  El pensamiento: Estudio de las estructuras del pensamiento: tres formas de pensamiento: el concepto, el juicio y el razonamiento.
·   - Tipos de razonamientos: Deductivos y no deductivos: por enumeración (incompleta y completa) y analógicos.


Unidad Nº 4 – La filosofía y los filósofos. La filosofía y nosotros.

·     - La posmodernidad: La época posmoderna entendida como la constitución de la crisis de algunas de las grandes ideas de la época moderna.
·       - Ideas imperantes en la modernidad: Los siglos XVII, XVIII y XIX y sus ideas más representativas.
·       ¿La posmodernidad representa el final de las utopías? El pensamiento posmoderno. Características del sujeto posmoderno.  
·      - El hombre light: Una vida sin valores” aportes de Enrique Rojas en relación al hombre posmoderno. Principales características del hombre light: Materialismo, hedonismo, permisividad, relativismo y consumismo.



Recordar que todas las fichas/repartidos trabajados en el año, se encuentran disponibles en el blog de filosofía: aulavirtualdefilosofia.blogspot.com
·         Profesora: Antonella Mármol Vila.
·         Año: 2016.

PROGRAMA ANALÍTICO-SINTÉTICO DE FILOSOFÍA
2 ° año de Bachillerato Diversificado – Reformulación 2006

Alumnos Cat. C y D.
Temas para el examen:

Unidad 1 – Teoría del Conocimiento

·   - El proceso del conocimiento: relación sujeto cognoscente - objeto cognoscible. Posibilidad del conocimiento: dogmatismo y el escepticismo. Origen de conocimiento: racionalismo y el empirismo
·      -    René Descartes - Reglas del método de la obra “Discurso del Método”.
Obra “Meditaciones Metafísicas” (selección). Meditación Primera: Ataque indirecto a los sentidos: La crítica a la facultad imaginativa. Ataque directo a los sentidos: El argumento del sueño. Hipótesis del genio maligno. Meditación Segunda: Diferencias cuerpo - alma. Ideas claras y distintas. El cogito: “Pienso, luego existo”. Ejemplo de la cera.
·      -  David Hume - Obra “Investigaciones Sobre el Entendimiento Humano” (selección).
Sección 2 -“Sobre el origen de las ideas”: Impresiones e ideas. Caracterización y ejemplos. Impresiones de sensación e impresiones de reflexión. Impresiones simples y complejas. Formación de ideas simples y complejas. Ejemplos.


Unidad 2 – Argumentación

·      - Argumentación. Cómo identificar argumentos. Ejemplos. ¿Para qué argumentamos? La estructura de la argumentación: La proposición. Conceptualización de premisas y conclusión. El proceso de inferencia.
·      - Falacias no formales: Concepto. Tipos: apelación a la ignorancia; apelación a la piedad; causa falsa; apelación a la fuerza; apelación a la autoridad; apelación al pueblo; contra el hombre.
·         - Las estructuras del pensamiento: Concepto, juicio y razonamiento.
·       -  Razonamientos: deductivos y no deductivos: por enumeración (incompleta y completa) y analógicos. Inferencias inmediatas y mediatas.


Unidad 3 – Filosofía de las Ciencias

·   - Epistemología y Filosofía de la ciencia. Epistemologías normativas y descriptivas (Internalismo - externalismo). Ciencias fácticas y ciencias formales.
·   - Neopositivismo: Origen y antecedentes. “Manifiesto de la concepción científica del mundo”. El Círculo de Viena. El inductivismo. Condiciones del salto inductivo (principio de inducción y principio de uniformidad de la naturaleza). Críticas.
·    - Falsacionismo: Obra: “La lógica de la investigación Científica”, Cap. 1: Crítica de Karl Popper al inducitivismo. Importancia de las hipótesis (creación, características).
-   - La lógica hipotética-deductiva. Pasos del método deductivo de contrastar. El modus tollendo tollens. 


Unidad 4 – Dimensión Psíquica del Conocer

·       - Caracterización de la Psicología como ciencia de la conducta del hombre, según Miguel Ángel Tosar ¿A qué llamamos conducta?
·      -  Psicoanálisis: Caracterización del método psicoanalítico de Freud: Objeto de estudio y metodología.
     Caso de “Anna O.” El aparato psíquico:
·  - Primera Tópica: Consciente, Preconsciente e Inconsciente. Características. Mecanismos de elaboración onírica.
·        -  Segunda Tópica: Ello, Yo y Super-yo. Caracterización.


Fichas de contenido utilizadas en el curso

Las fichas que serán detalladas a continuación se encuentran en el blog de filosofía, a saber: “Filosofía Aula Virtual” (aulavirtualdefilosofia.blogspot.com).

Unidad Nº 1:

·         Teoría del conocimiento.
·         Racionalismo - Empirismo ¿Cuáles son las fuentes del conocimiento?
·         Meditaciones Metafísicas” (selección de textos) R. Descartes.
·         Investigaciones sobre el entendimiento humano” (selección de textos) D. Hume.


Unidad Nº 2:

·         Tipos de textos (ejercicio de argumentación).
·         Textos argumentativos y textos demostrativos (ejercicio).
·         Tipos de razonamientos (clasificación). Ejemplos de razonamientos.
·         Falacias. Tipos de falacias.


Unidad Nº 3:


·      Filosofía de la ciencia - Verificación/Falsación (Neopositivismo y Falsacionismo).
·         Manifiesto de la concepción científica del mundo: el Círculo de Viena. (R. Carnap, H. Hahn; O. Neurath).
·      “La lógica de la investigación científica” (selección de texto Cap. 1) K. Popper.


Unidad Nº 4:

·      Dimensión Psíquica del Conocer - ¿Cómo definir la psicología? Psicoanálisis.






martes, 13 de septiembre de 2016

LA LÓGICA DE LA INVESTIGACIÓN CIENTÍFICA - Popper

    Profesora: Antonella Mármol Vila.
    Asignatura: Filosofía.
    Curso: 2º B.D.

Karl R. Popper
LA LÓGICA DE LA INVESTIGACIÓN CIENTÍFICA -
(Selección de textos)
PRIMERA PARTE - Introducción a la lógica de la ciencia.

CAPITULO PRIMERO

Panorama de algunos problemas fundamentales

El hombre de ciencia, ya sea teórico o experimental, propone enunciados —o sistemas de enunciados— y los contrasta paso a paso. En particular, en el campo de las ciencias empíricas construye hipótesis —o sistemas de teorías— y las contrasta con la experiencia por medio de observaciones y experimentos. Según mi opinión, la tarea de la lógica de la investigación científica —o lógica del conocimiento— es ofrecer un análisis lógico de tal modo de proceder: esto es, analizar el método de las ciencias empíricas. Pero, ¿cuáles son estos «métodos de las ciencias empíricas»? Y ¿a qué cosa llamamos «ciencia empírica»?

1. EL PROBLEMA DE LA INDUCCIÓN

De acuerdo con una tesis que tiene gran aceptación —y a la que nos opondremos en este libro—, las ciencias empíricas pueden caracterizarse por el hecho de que emplean los llamados «métodos inductivos» según esta tesis, la lógica de la investigación científica sería idéntica a la lógica inductiva, es decir, al análisis lógico de tales métodos inductivos. Es corriente llamar «inductiva» a una inferencia cuando pasa de enunciados singulares (llamados, a veces, enunciados «particulares»), tales como descripciones de los resultados de observaciones o experimentos, a enunciados universales, tales como hipótesis o teorías. Ahora bien, desde un punto de vista lógico dista mucho de ser obvio que estemos justificados al inferir enunciados universales partiendo de enunciados singulares, por elevado que sea su número; pues cualquier conclusión que saquemos de este modo corre siempre el riesgo de resultar un día falsa: así, cualquiera que sea el número de ejemplares de cisnes blancos que hayamos observado, no está justificada la conclusión de que todos los cisnes sean blancos. Se conoce con el nombre del problema de la inducción la cuestión acerca de si están justificadas las inferencias inductivas, o de bajo qué condiciones lo están. El problema de la inducción puede formularse, asimismo, como la cuestión sobre cómo establecer la verdad de los enunciados universales basados en la experiencia —como son las hipótesis y los sistemas teóricos de las ciencias empíricas—. Pues muchos creen que la verdad de estos enunciados se sabe por experiencia; sin embargo, es claro que todo informe en que se da cuenta de una experiencia —o de una observación, o del resultado de un experimento— no puede ser originariamente un enunciado universal, sino sólo un enunciado singular. Por lo tanto, (quien dice que sabemos por experiencia la verdad de un enunciado universal suele querer decir que la verdad de dicho enunciado puede reducirse, de cierta forma, a la verdad de otros enunciados —éstos singulares— que son verdaderos según sabemos por experiencia; lo cual equivale a decir que los enunciados universales están basados en inferencias inductivas. Así pues, la pregunta acerca de si hay leyes naturales cuya verdad nos conste viene a ser otro modo de preguntar si las inferencias inductivas están justificadas lógicamente. Mas si queremos encontrar un modo de justificar las inferencias inductivas, hemos de intentar, en primer término, establecer un principio de inducción. Semejante principio sería un enunciado con cuya ayuda pudiéramos presentar dichas inferencias de una forma lógicamente aceptable. A los ojos de los mantenedores de la lógica inductiva, la importancia de un principio de inducción para el método científico es máxima : «...este principio —dice Reichenbach— determina la verdad de las teorías científicas; eliminarlo de la ciencia significaría nada menos que privar a ésta de la posibilidad de decidir sobre la verdad o falsedad de sus teorías ; es evidente que sin él la ciencia perdería el derecho de distinguir sus teorías de las creaciones fantásticas y arbitrarias de la imaginación del poeta». (...)
A partir de la obra de Hume debería haberse visto claramente que aparecen con facilidad incoherencias cuando se admite el principio de inducción (...)  para justificarlo tenemos que utilizar inferencias inductivas; para justificar éstas hemos de suponer un principio de inducción de orden superior, y así sucesivamente. Por tanto, cae por su base el intento de fundamentar el principio de inducción en la experiencia, ya que lleva, inevitablemente, a una regresión infinita. (...)
Esta doctrina sostiene que las inferencias inductivas son «inferencias probables». «Hemos descrito —dice Reichenbach— el principio de inducción como el medio por el que la ciencia decide sobre la verdad. Para ser más exactos, deberíamos decir que sirve para decidir sobre la probabilidad: pues no le es dado a la ciencia llegar a la verdad ni a la falsedad..., mas los enunciados científicos pueden alcanzar únicamente grados continuos de probabilidad, cuyos límites superior e inferior, inalcanzables, son la verdad y la falsedad». (...) no se gana nada si el mismo principio de inducción no se toma como «verdadero», sino como meramente «probable». En resumen: la lógica de la inferencia probable o «lógica de la probabilidad», como todas las demás formas de la lógica inductiva, conduce, bien a una regresión infinita, bien a la doctrina del apriorismo. La teoría que desarrollaremos en las páginas que siguen se opone directamente a todos los intentos de apoyarse en las ideas de una lógica inductiva. Podría describírsela como la teoría del método deductivo de contrastar, o como la opinión de que una hipótesis sólo puede contrastarse empíricamente —y únicamente después de que ha sido formulada. (...)

                  3. CONTRASTACIÓN DEDUCTIVA DE TEORÍAS

De acuerdo con la tesis que hemos de proponer aquí, el método de contrastar críticamente las teorías y de escogerlas, teniendo en cuenta los resultados obtenidos en su contraste, procede siempre del modo que indicamos a continuación. Una vez presentada a título provisional una nueva idea, aún no justificada en absoluto —sea una anticipación, una hipótesis, un sistema teórico o lo que se quiera—, se extraen conclusiones de ella por medio de una deducción lógica; estas conclusiones se comparan entre sí y con otros enunciados pertinentes, con objeto de hallar las relaciones lógicas (tales como equivalencia, deductibilidad, compatibilidad o incompatibilidad, etc.) que existan entre ellas. Si queremos, podemos distinguir cuatro procedimientos de llevar a cabo la contrastación de una teoría. En primer lugar, se encuentra la comparación lógica de las conclusiones unas con otras: con lo cual se somete a contraste la coherencia interna del sistema. Después, está el estudio de la forma lógica de la teoría, con objeto de determinar su carácter: si es una teoría empírica —científica— o si, por ejemplo, es tautológica. En tercer término, tenemos la comparación con otras teorías, que tiene por principal mira la de averiguar si la teoría examinada constituiría un adelanto científico en caso de que sobreviviera a las diferentes contrastaciones a que la sometemos. Y finalmente, viene el contrastarla por medio de la aplicación empírica de las conclusiones que pueden deducirse de ella. Lo que se pretende con el último tipo de contraste mencionado es descubrir hasta qué punto satisfarán las nuevas consecuencias de la teoría —sea cual fuere la novedad de sus asertos— a los requerimientos de la práctica (...) También en este caso el procedimiento de contrastar resulta ser deductivo; veámoslo. Con ayuda de otros enunciados anteriormente aceptados se deducen de la teoría a contrastar ciertos enunciados singulares —-que podremos denominar «predicciones»—; en especial, predicciones que sean fácilmente contrastables o aplicables. Se eligen entre estos enunciados los que no sean deductibles de la teoría vigente, y, más en particular, los que se encuentren en contradicción con ella. A continuación tratamos de decidir en lo que se refiere a estos enunciados deducidos (y a otros), comparándolos con los resultados de las aplicaciones prácticas y de experimentos. Si la decisión es positiva, esto es, si las conclusiones singulares resultan ser aceptables, o verificadas, la teoría a que nos referimos ha pasado con éxito las contrastaciones (por esta vez): no hemos encontrado razones para desecharla. Pero si la decisión es negativa, o sea, si las conclusiones han sido falsadas, esta falsación revela que la teoría de la que se han deducido lógicamente es también falsa. Conviene observar que una decisión positiva puede apoyar a la teoría examinada sólo temporalmente, pues otras decisiones negativas subsiguientes pueden siempre derrocarla. Durante el tiempo en que una teoría resiste contrastaciones exigentes y minuciosas, y en que no la deja anticuada otra teoría en la evolución del progreso científico, podemos decir que ha «demostrado su temple» o que está corroborada» por la experiencia. En el procedimiento que acabamos de esbozar no aparece nada que pueda asemejarse a la lógica inductiva. En ningún momento he asumido que podamos pasar por un razonamiento de la verdad de enunciados singulares a la verdad de teorías. No he supuesto un solo instante que, en virtud de unas conclusiones «verificadas», pueda establecerse que unas teorías sean «verdaderas», ni siquiera meramente «probables». (...)

6. LA FALSABILIDAD COMO CRITERIO DE DEMARCACIÓN

(…) en mi opinión, no existe nada que pueda llamarse inducción. Por tanto, será lógicamente inadmisible la inferencia de teorías a partir de enunciados singulares que estén «verificados por la experiencia» (cualquiera que sea lo que esto quiera decir). Así pues, las teorías no son nunca verificables empíricamente. Si queremos evitar el error positivista de que nuestro criterio de demarcación elimine los sistemas teóricos de la ciencia natural, debemos elegir un criterio que nos permita admitir en el dominio de la ciencia empírica incluso enunciados que no puedan verificarse. Pero, ciertamente, sólo admitiré un sistema entre los científicos o empíricos si es susceptible de ser contrastado por la experiencia. Estas consideraciones nos sugieren que el criterio de demarcación que hemos de adoptar no es el de la verificabilidad, sino el de la falsabilidad de los sistemas. Dicho de otro modo: no exigiré que un sistema científico pueda ser seleccionado, de una vez para siempre, en un sentido positivo ; pero sí que sea susceptible de selección en un sentido negativo por medio de contrastes o pruebas empíricas: ha de ser posible refutar por la experiencia un sistema científico empírico '. (Así, el enunciado «lloverá o no lloverá aquí mañana» no se considerará empírico, por el simple hecho de que no puede ser refutado; mientras que a este otro, «lloverá aquí mañana», debe considerársele empírico.)



EDITORIAL TECNOS; MADRID. Traducción por VICTOR SANCHEZ DE ZAVALA. Edición, 1962.
1." reimpresión, 1967. 2.» reimpresión, 1971. 3.» reimpresión, 1973. 4.» reimpresión, 1977. 5."reimpresión, 1980.

viernes, 19 de agosto de 2016

Manifiesto de la concepción científica del mundo

Profesora: Antonella Mármol Vila.
Asignatura: Filosofía.
Curso: 2º B.D.

Manifiesto de la concepción científica del mundo: el Círculo de Viena

II. La concepción científica del mundo

“La concepción científica del mundo no se caracteriza tanto por sus tesis propias, como  más bien por su posición básica, los puntos de vista, la dirección de la investigación.
Como objetivo se propone la ciencia unificada. El esfuerzo es aunar y armonizar los logros de los investigadores individuales en los distintos ámbitos de la ciencia. De esa aspiración se sigue el énfasis en el trabajo colectivo, de allí también la acentuación de lo aprehensible intersubjetivamente; de allí surge la búsqueda de un sistema de fórmulas neutral, de un simbolismo liberado de la escoria de los lenguajes históricamente dados; y de allí también, la búsqueda de un sistema total de conceptos. Se persiguen la limpieza y la claridad, rechazando las distancias oscuras y las profundidades inescrutables. En la ciencia no hay "'profundidades", hay superficie en todas partes: todo lo experimentable forma una red complicada no siempre aprehensible en su totalidad, sino que a menudo sólo comprensible por partes. Todo es accesible al hombre y el hombre es la medida de todas las cosas. Aquí se muestra afinidad con los Sofistas no con los Platónicos, con los Epicúreos no con los Pitagóricos, con todos aquellos que aceptan el ser terrenal y el aquí y el ahora. Para la concepción científica del mundo no hay enigmas insolubles. La clarificación de los problemas filosóficos tradicionales nos conduce, en parte, a desenmascararlos como pseudo-problemas y, en parte, a transformarlos en problemas empíricos y de allí a  someterlos al juicio de la ciencia de la experiencia. En esta clarificación de problemas y enunciados consiste la tarea del trabajo filosófico y no en  el planteamiento de enunciados "filosóficos" propios. El método es el del análisis lógico, de él dice Russell: "se originó lentamente en conexión con las investigaciones críticas de los matemáticos. Según mi opinión radica aquí un progreso similar al que produjera Galileo en la física: resultados  individuales comprobables sustituyen a afirmaciones incomprobables sobre la totalidad, susceptibles de ser obtenidas sólo mediante la fuerza de la imaginación".
Este método del análisis lógico es lo que distingue a los nuevos empirismos y positivismos de los anteriores, que estaban más orientados biológico-psicológicamente.
Si alguien afirma "no hay un Dios", "el fundamento primario del mundo es lo inconsciente", "hay una entelequia como principio rector en el organismo vivo", no le decimos "lo que Ud. dice es falso", sino que le preguntamos: "¿qué quieres decir con tus  enunciados?". Y entonces se muestra que hay una demarcación precisa entre dos tipos de enunciados. A uno de estos tipos pertenecen los enunciados que son hechos por las ciencias empíricas, su sentido se determina mediante el análisis lógico, más precisamente: mediante una reducción a los enunciados más simples sobre lo dado empíricamente. Los otros enunciados, a los cuales pertenecen aquellos mencionados anteriormente, se revelan a sí mismos como completamente vacíos de significado si uno los toma de la manera  como los piensa el metafísico. Por supuesto que se puede a menudo reinterpretarlos como enunciados empíricos, pero en ese caso ellos pierden el contenido emotivo que es generalmente esencial para el metafísico. El metafísico y el teólogo creen, erróneamente, afirmar algo con sus oraciones, representar un estado de cosas. Sin embargo, el análisis muestra que estas oraciones no dicen nada, sino que sólo son expresión de cierto sentimiento sobre la vida. La expresión de tal sentimiento seguramente puede ser una tarea importante en la vida.
Pero el medio adecuado de expresión para ello es el arte (…) Si un metafísico o un teólogo desea retener el ropaje habitual del lenguaje, entonces él mismo debe darse cuenta y reconocer claramente que no proporciona ninguna representación, sino una expresión, no proporciona teoría ni comunica un conocimiento, sino poesía o mito. Si un místico afirma tener experiencias que están sobre o más allá de todos los conceptos, esto no se lo puede discutir. Pero él no puede hablar sobre ello; pues hablar significa capturar en conceptos, reducirlo a hechos científicos integrables.
De parte de la concepción científica del mundo se rechaza la filosofía metafísica. (…) En las teorías metafísicas, e incluso en los planteamientos mismos de las preguntas, se dan dos errores lógicos básicos: una vinculación demasiado estrecha con la forma de los lenguajes tradicionales y una confusión sobre el rendimiento lógico del pensamiento.
El lenguaje ordinario, por ejemplo, utiliza el mismo tipo de palabra, el sustantivo, tanto para cosas ("manzana") como para propiedades ("dureza"), relaciones ("amistad") y procesos ('"sueño"), a través de lo cual conduce erróneamente a una concepción "cosista" de los conceptos funcionales (…)
El segundo error básico de la metafísica consiste en la concepción de que el pensar puede llegarnos a conocimientos por sí mismo sin utilización de algún material de la experiencia, o bien al menos puede llegar a nuevos contenidos a partir de un estado de cosas dado. Pero la investigación lógica lleva al resultado de que toda inferencia no consiste en ninguna otra cosa que el paso unas oraciones a otras, que no contienen nada que no haya estado ya en aquéllas. No es por lo tanto posible desarrollar una metafísica a partir del pensar puro.
De esta manera, a través del análisis lógico, se supera no sólo a la metafísica en el sentido propio, clásico del término (…) sino también a la metafísica escondida del apriorismo kantiano y moderno. La concepción científica del mundo no reconoce ningún conocimiento incondicionalmente válido derivando de la razón pura ni ningún "juicio sintético a priori" como los que se encuentran en la base de la epistemología kantiana y aún más de toda ontología y metafísica pre y post-kantiana. (…)
La concepción científica del mundo sólo reconoce oraciones de la experiencia sobre objetos de todo tipo, y oraciones analíticas de la lógica y de la matemática. (…)
La intuición, que es especialmente enfatizada por los metafísicos como fuente de conocimiento, no es rechazada como tal por la concepción científica del mundo. Sin embargo, se aspira a, y exige de, todo conocimiento intuitivo, una posterior justificación racional, paso a paso. Al que busca le están permitidos todos los medios; lo encontrado, sin embargo, debe resistir la contrastación. (…)
Hemos caracterizado la concepción científica del mundo en lo fundamental mediante dos rasgos. Primero, es empirista y positivista: hay sólo conocimiento de la experiencia que se basa en lo dado inmediatamente. Con esto se establece la demarcación del contenido científico legítimo. Segundo, la concepción científica del mundo se distingue por la aplicación de un método determinado, a saber, el del análisis lógico. La aspiración del trabajo científico radica en alcanzar el objetivo de la ciencia unificada por medio de la aplicación de ese análisis lógico al material empírico. Debido a que el significado de todo enunciado científico debe ser establecido por la reducción a un enunciado sobre lo dado, de igual modo, el significado de todo concepto, sin importar a qué rama de la ciencia pertenezca, debe ser determinado por una reducción paso a paso a otros conceptos, hasta llegar a los conceptos de nivel más bajo que se refieren a lo dado. Si tal análisis fuera llevado a cabo para todos los conceptos, serían de este modo ordenados en un sistema de reducción, un "'sistema de constitución". (…)
Con la demostración y el señalamiento de la forma del sistema total de los conceptos, se reconoce al mismo tiempo la referencia de todos los enunciados a lo dado y, con ello, la forma de construcción de la ciencia unificada.

En la descripción científica sólo puede ingresar la estructura (forma de orden) de los objetos, no su "esencia". Lo que une a los hombres en el lenguaje son fórmulas de estructura; en ellas se representa, por sí mismo, el contenido del conocimiento que es común a los hombres. Las cualidades experimentadas subjetivamente (lo rojo, el placer) son, como tales, sólo vivencias, no conocimiento; en la óptica física sólo ingresa lo que es básicamente comprensible también para el ciego.”

miércoles, 1 de junio de 2016


       Prof. Antonella Mármol Vila.
       Asignatura: Filosofía.
       Curso: 4° año.


Características y diferencias entre filosofía y ciencia –


Filosofía:

  • Es una concepción racional sobre el universo y la vida.

  • Aspira a la verdad y al conocimiento, por ello estudia el universo de forma integral.

  • Problematiza todo. Sus preguntas son más esenciales que sus respuestas y toda respuesta se convertirá en una nueva pregunta.

  • No tiene resultados universalmente válidos, no hay unanimidad en cuanto a la explicación de sus problemas, ya que incluye concepciones diversas, muy variadas.

  • Aspira a la sabiduría, sin importar la utilidad práctica que de ella resulte.

  • Sus teorías no son controladas mediante observaciones y son neutrales respecto a hechos particulares.

  • Su objeto de estudio es identificado a partir de problemas fundamentales.

  • Es un saber universal.



Ciencia:

  • Es el estudio de un sector de la realidad.

  • Son conocimientos especializados y se diferencian por su objeto de estudio.

  • Lo más importante son sus resultados, es decir sus conclusiones y las leyes que permiten establecer.

  • Tiene resultados universalmente aceptados. Tiene que haber unanimidad en torno a las leyes generales que permiten explicar los hechos que estudian.

  • Presta especial atención a la descripción, explicación y regularidad de los fenómenos estudiados.

  • Puede dividirse en su parte teórica y su parte práctica, en la cual cuenta sobre todo, la utilidad de los conocimientos obtenidos.

  • Somete a prueba sus conclusiones mediante la experimentación.


  • Su objeto de estudio es concreto, por lo cual se dice que es un saber especializado (limita su campo de estudio).

jueves, 26 de mayo de 2016




  • Prof. Antonella Mármol Vila.
  • Asignatura: Filosofía y Crítica de los Saberes.
  • Curso: 1º Bachillerato.


El mito de Prometeo - 

     Era un tiempo en el que existían los dioses, pero no las especies mortales. Cuando a éstas les llegó, marcado por el destino, el tiempo de la génesis, los dioses las modelaron en las entrañas de la tierra, mezclando tierra, fuego y cuantas materias se combinan con fuego y tierra. Cuando se disponían a sacarlas a la luz, mandaron a Prometeo y Epimeteo que las revistiesen de facultades distribuyéndolas convenientemente entre ellas. Epimeteo pidió a Prometeo que le permitiese a él hacer la distribución "Una vez que yo haya hecho la distribución, dijo, tú la supervisas". Con este permiso comienza a distribuir. Al distribuir, a unos les proporcionaba fuerza, pero no rapidez, en tanto que revestía de rapidez a otros más débiles. Dotaba de armas a unas, en tanto que para aquellas, a las que daba una naturaleza inerme, ideaba otra facultad para su salvación. A las que daba un cuerpo pequeño, les dotaba de alas para huir o de escondrijos para guarnecerse, en tanto que a las que daba un cuerpo grande, precisamente mediante él, las salvaba.
De este modo equitativo iba distribuyendo las restantes facultades y las ideaba tomando la precaución de que ninguna especie fuese aniquilada. Cuando les suministró los medios para evitar las destrucciones mutuas, ideó defensas contra el rigor de las estaciones enviadas por Zeus: las cubrió con pelo espeso y piel gruesa, aptos para protegerse del frío invernal y del calor ardiente, y, además, para que cuando fueran a acostarse, les sirviera de abrigo natural y adecuado a cada cual. A algunas les puso en los pies cascos, y a otras, piel gruesa sin sangre. Después de esto, suministró alimentos distintos a cada una: a una, hierbas de la tierra; a otras, frutos de los árboles; y a otras raíces. Y hubo especies a las que permitió alimentarse con la carne de otros animales. Concedió a aquellas, descendencia, y a éstos, devorados por aquéllas, gran fecundidad; procurando, así, salvar la especie.
Pero como Epimeteo no era del todo sabio, gastó, sin darse cuenta, todas las facultades en los brutos. Pero quedaba aún sin equipar la especie humana y no sabía qué hacer. Hallándose en ese trance, llega Prometeo para supervisar la distribución. Ve a todos los animales armoniosamente equipados y al hombre, en cambio, desnudo, sin calzado, sin abrigo e inerme. Y ya era inminente el día señalado por el destino en el que el hombre debía salir de la tierra a la luz. Ante la imposibilidad de encontrar un medio de salvación para el hombre. Prometeo roba a Hefesto y a Atenea la sabiduría de las artes junto con el fuego (ya que sin el fuego era imposible que aquella fuese adquirida por nadie o resultase útil) y se la ofrece, así, como regalo al hombre. Con ella recibió el hombre la sabiduría para conservar la vida, pero no recibió la sabiduría política, porque estaba en poder de Zeus y a Prometeo no le estaba permitido acceder a la mansión de Zeus, en la acrópolis, a cuya entrada había dos guardianes terribles. Pero entró furtivamente al taller común de Atenea y Hefesto en el que practicaban juntos sus artes y, robando el arte del fuego de Hefesto y las demás de Atenea, se las dio al hombre. Y, debido a esto, el hombre adquiere los recursos necesarios para la vida, pero sobre Prometeo, por culpa de Epimeteo, recayó luego, según se cuenta, el castigo del robo.
El hombre, una vez que participó de una porción divina, fue el único de los animales que, a causa de este parentesco divino, primeramente reconoció a los dioses y comenzó a erigir altares e imágenes a los dioses. Luego, adquirió rápidamente el arte de articular sonidos vocales y nombres, e inventó viviendas, vestidos, calzado, abrigos, alimentos de la tierra. Equipados de este modo, los hombres vivían, al principio, dispersos y no en ciudades, siendo, así, aniquilados por las fieras, al ser en todo más débiles que ellas. El arte que profesaban constituía un medio, adecuado para alimentarse, pero insuficiente para la guerra contra las fieras, porque no poseían el arte de la política, del que el de la guerra es una parte. Buscaban la forma de reunirse y salvarse construyendo ciudades, pero, una vez reunidos, se ultrajaban entre sí por no poseer el arte de la política, de modo que al dispersarse de nuevo, perecían.

Entonces Zeus, temiendo que nuestra especie quedase exterminada por completo, envió a Hermes para que llevase a los hombres el pudor y la justicia, a fin de que rigiesen en las ciudades la armonía y los lazos comunes de amistad. Preguntó, entonces, Hermes a Zeus la forma de repartir la justicia y el pudor entre los hombres: "¿Las distribuyo como fueron distribuidas las demás artes?" Pues éstas fueron distribuidas así: Con un solo hombre que posea el arte de la medicina, basta para tratar a muchos, legos en la materia; y lo mismo ocurre con los demás profesionales. "¿Reparto así la justicia y el poder entre los hombres, o bien las distribuyo entre todos?” "Entre todos - respondió Zeus - y que todos participen de ellas; porque si participan de ellas solo unos pocos, como ocurre con las demás artes, jamás habrá ciudades. Además, establecerás en mi nombre esta ley: Que todo aquel que sea incapaz de participar del pudor y de la justicia sea eliminado, como una peste, de la ciudad.'' 
                                                                                                                                         (Platón; "Protágoras".

lunes, 23 de mayo de 2016

Sócrates

  • Prof. Antonella Mármol Vila.
  • Asignatura: Filosofía y Crítica de los Saberes.
  • Curso: 1º Bach.

Un modelo de vida filosófica:
Sócrates

Contexto histórico-cultural.
Características generales sobre su vida.

Es importante tener en cuenta el momento histórico en el que Sócrates vivió para comprender mejor sus ideas, su lucha y también sus principales problemas, algunos de los cuales le condujeron incluso a la muerte.
El período de juventud de Sócrates acontece durante la etapa de poderío de la ciudad de Atenas, la cual vivía su período de mayor esplendor tanto político como cultural, principalmente luego de derrotar a los persas. Paulatinamente, Atenas se transforma en un imperio y de esta manera se logra ver nacer en sus ciudadanos un fuerte sentimiento de pertenencia, fortalecido además por la participación del pueblo en las magistraturas; el incremento de poder de la asamblea popular constituyó una de las características más notables de dicho período.
A nivel cultural, Atenas se convirtió en una de las ciudades más hermosas, exhibiendo inclusive sus obras maestras en los monumentos públicos. Pericles1, contribuye al mantenimiento de dicho florecimiento cultural y otorgó protección a destacados artistas.
Pero estas óptimas condiciones no perdurarían por mucho tiempo. El poderío ateniense se vio seriamente perturbado por las guerras tanto externas como internas, así como también por la peste que invadió la ciudad. Durante estos acontecimientos fue transcurriendo la vida de Sócrates.
Sócrates nació y murió en esta ciudad, con la cual se sentía fuertemente comprometido. Nació entre el 470-469 a.C. y murió en el 399 a.C. condenado a muerte. Fue hijo de un escultor llamado Sofronisco y de una partera llamada Fenareta.
Sócrates crece en esta época en donde del tratamiento de los problemas de la naturaleza se pasa al interés por los problemas del hombre, cambio que se encontró estrechamente ligado a la situación que se vivía en aquel entonces, no es casualidad que Sócrates centrara su interés en problemas éticos y morales y no de otra índole.
Se dedicó a ser maestro y poco a poco fue despertando en él, su misión de purificador de conciencias. Se dice que desde joven venía recibiendo mensajes o advertencias de una misteriosa “voz”, “señal” o daimon (demonio interior). En “El Banquete” de Platón se comentan sus distracciones, las cuales eran como largas abstracciones debidas a su intensa concentración mental sobre ciertos problemas.

Amaba la vida en la ciudad: “Nada me enseñan los árboles y las flores, sino los hombres en la ciudad”; tanto así que sólo abandonó la ciudad de Atenas para defenderla en la guerra. Se dedicaba a dialogar con sus conciudadanos y se consideraba a sí mismo un tábano que aguijonea a los demás para que se cuestionen a sí mismos sobre lo que hacen y por sobre todo sobre lo que creen saber.

La cuestión socrática

La misión que Sócrates se atribuía la hace remontar, en la Apología, a la respuesta que en Delfos dio la Pitonisa2 a su amigo Querefonte cuando preguntó si había alguien que fuese más sabio que su amigo Sócrates y la Pitonisa contestó que no. A partir de ese momento, Sócrates se dedicó a conocer a los hombres con la finalidad de ayudarlos a que se conocieran a sí mismos para convertirse en mejores personas. La elección de sus discípulos respondía a la disposición moral e intelectual que éstos manifestaran.
Sócrates, cabe señalar, consideraba que la misión llevada a cabo por el maestro era sagrada, aspecto que nos conduce a denotar en él su honda religiosidad, también expresada en el hecho de considerar a la filosofía como un camino hacia la purificación. Sócrates tenía conciencia de que su misión de educador era “divina”. Invitaba a los hombres a realizar un examen diario de conciencia y creía que más que sentir vergüenza ante los demás, por las faltas cometidas, había que sentir vergüenza ante sí mismo. Según Sócrates, el hombre debía sentirse avergonzado consigo mismo por ocuparse por sus intereses materiales y no dedicarse a purificar su alma. Su misión se ve fortalecida con el dictamen del oráculo de Delfos3: “Conócete a ti mismo”, y podemos decir que en esto consistiría el primer momento de su magisterio, el protréptico, vale decir el exhortativo, el cual sólo resultaría eficaz al realizar la refutación, élenkhos, y es éste el que hace un llamado a sentir vergüenza ante sí mismo. La refutación es considerada un beneficio que brinda quien refuta, pero es además un deber desde el punto de vista moral. Al realizar el examen de conciencia, el primer resultado que se obtendrá será ser consciente de que no se sabe, ser consciente de la propia ignorancia representaba para Sócrates un conocimiento verdadero.
El logos (la razón) es concebido por Sócrates no como un instrumento, sino como una realidad autónoma, superior al que razona, que se impone a la mente. De esta manera, el hombre mediante el razonamiento se pone en contacto con un mundo más elevado. Es así que Sócrates siente que posee en su interior una fuente de revelación: el ejercicio del logos, que le abre las puertas a un mundo superior donde las cosas ya no son medianas, relativas, apariencias, porque lo que esta revelación interior nos entrega es la verdad misma, la verdad una, que se opone así, de la manera más terminante, a la verdad múltiple, personal y caprichosa.
Volviendo al tema de la refutación es necesario esclarecer que la persona que será refutada no debe adquirir una actitud pasiva, sino que por el contrario debe ayudar en su refutación. Realizar la refutación es indispensable para que el alma pueda llegar a la verdad. En este sentido hay que tener en cuenta que, según el maestro, para lograr la purificación espiritual, inteligencia y voluntad debían constituir una unidad, sin la cual no sería posible la obtención del conocimiento verdadero, conocimiento a través del cual se llega a conocer el verdadero bien. Mediante la obtención del conocimiento se pueden derivar las normas universalmente válidas de conducta. A partir de la unión entre inteligencia y voluntad, se va generando un hábito definido como la posibilidad de autodominio, lo cual significa la capacidad de vencerse a sí mismo y no ser vencido por sí mismo.
El método por medio del cual Sócrates conducía a los hombres a conocer la verdad que ya existía en el alma de ellos mismos, se conoce con el nombre de mayéutica. A través de interrogantes, el maestro logra que sus discípulos busquen en su interior las verdades innatas, estimulando de esta manera el surgimiento de la investigación. Cabe señalar que, dichas interrogantes, iban acompañadas de la ironía, la cual cuando se encontraba dirigida hacia sus amigos, tenía como finalidad liberar al entendimiento de los errores, mientras que por el contrario, cuando iba dirigida hacia sus enemigos, ésta se convertía en un instrumento utilizado con el fin de ridiculizarlos.
Es de destacarse que Sócrates no escribió nada, debido a que prefería la palabra viva: “Pues la escritura, que en esto se parece a la pintura, tiene de grave que sus obras están presentes a ti como si fueran personas; pero si las interrogas, callan majestuosamente. Así sucede con los discursos escritos. Sócrates vivió su vida en constante búsqueda de la verdad, y en esa búsqueda la escritura carecía de sentido; el diálogo en cambio era quien tenía el rol fundamental, ya que como señala Xavier Zubiri “los testimonios más antiguos convienen todos en que Sócrates no se ocupó sino de ética, y que introdujo el diálogo como método para llegar a averiguar algo universal acerca de las cosas.”

  • Intelectualismo moral

Debemos señalar que el objetivo principal de la actividad de Sócrates fue moral, lo percibimos al notar que sus preguntas se referían a los valores morales, entendidos éstos como la posibilidad de perfección del individuo. Dicha perfección consiste, según Sócrates, en la autarquía o autodominio, con lo cual se constituye el ideal clásico del sabio moral: el héroe no es aquel que vence sobre los demás, sino el que vence sobre uno mismo. El sabio entonces es el que, ordenándose conforme a su inteligencia, logra dominarse a sí mismo, lo cual significa que hay algo en uno mismo (las pasiones) que debe ser dominado y cuyo desgobierno acarrea la infelicidad, la imperfección o el mal moral.
Pues bien, para semejante propósito moral se precisa de un conocimiento distinto de las especulaciones sobre el origen de la naturaleza, por lo cual en el pensamiento socrático la mirada no ha de dirigirse hacia fuera y a los comienzos, sino hacia dentro (hacia sí mismo) y hacia los fines (de las acciones, de la vida humana). La filosofía tiene que ser autognosis (conocimiento de sí mismo), porque sin el conocimiento moral no hay autodominio.
Aclaremos que la virtud no se basa en las costumbres, ni las convenciones, ni en los hábitos sociales, ni tampoco en lo que podríamos llamar la buena disposición natural, “el buen corazón”. Se basa en el conocimiento y en la aprehensión intelectual de los valores. Sócrates trata de someter la vida humana y sus valores a la razón, intenta racionalizar la conducta humana, ajustándola a normas fijas y universales.
Sócrates consideraba que, si bien hay muchas virtudes, todas mantienen una esencia en común: creía que la virtud es ciencia y que la ciencia es virtud. La ciencia no consistiría en una mera acumulación de hechos, sino que se constituiría por medio de conceptos estables, fijos e inmutables. Asimismo, sostiene la creencia en que la virtud puede ensañarse al igual que se enseña la ciencia. De esta manera se va forjando el camino de la ciencia, mediante el paso desde los particulares hacia la unidad de lo universal, por medio de la inducción. Pero Sócrates, además de la inducción, también practicaba la deducción, aunque sólo para hacer aplicaciones prácticas de los principios generales de conducta a los casos particulares.
Es preciso tomar en consideración que quienes interpretaron la ética concebida por Sócrates como utilitarista, no lograron captar el verdadero sentido de la cuestión, ya que según Sócrates quien posee sabiduría, posee a la vez independencia de las cosas materiales, lo cual le permitirá vivir con gran alegría.
Pues bien, para ser virtuoso hay que conocer la virtud, pero además quien conoce la virtud no puede dejar de ser virtuoso. Si sabe claramente qué es lo bueno, ¿cómo iba a hacer el mal? Si sabe claramente la relación que hay entre la virtud y la felicidad, ¿cómo iba a no ser virtuoso? ¿Quién que supiera lo que el mal significa lo iba a hacer? Esto significa que entendía que la mala conducta moral es, en todos los casos, un error de conocimiento: el mal es involuntario (en este punto Sócrates recibe muchas críticas, ya que se argumenta que es posible actuar injustamente sabiendo que se está obrando mal).
De la identificación del saber con la virtud se sigue que no hay varias virtudes sino una sola virtud, la virtud moral, lo que es verdaderamente bueno para el hombre y conduce a la salud y armonía del alma. Una consecuencia más importante es, con todo, la de la posibilidad de enseñar la adquisición de la virtud (aunque el método de Sócrates era dialéctico y no meramente expositivo, de su identificación de la virtud con el saber, se deriva que la virtud puede ser enseñada). Cabría aquí una distinción: el conocimiento intelectual de la virtud puede comunicarse mediante la instrucción, pero no la virtud misma.
El método socrático

Podemos decir que el método socrático consta de dos fases, a saber: la primera negativa y la segunda positiva. Para entenderlo mejor, presentemos los pases que siguen las mismas:

    1. Fase negativa – Se realiza a través de dos pasos: ironía y refutación.
La ironía consiste en fingir ignorancia acerca de un tema con el objetivo de hacer hablar a la otra persona, para que ésta se explaye sobre el tema que cree conocer bien.
La refutación se realiza a través del diálogo y consiste en la demostración de la existencia de contradicciones en el propio pensamiento. Tiene por finalidad eliminar las ideas falsas y conducir al otro a tomar conciencia de su propia ignorancia.

    1. Fase positiva – Se denomina mayéutica.
La mayéutica es el arte de ayudar a dar a luz ideas. Tiene como finalidad llevar al otro, a través del diálogo, a respuestas no contradictorias y definiciones, para en definitiva, llegar a la verdad.


  • Explicación del método

Cuando a los hombres se les pregunta y se les pregunta bien, responden conforme a la verdad. El secreto, entonces, está en preguntar bien, ya que quien pregunta bien descubre la verdad que está dormida en la mente de cada hombre. La mayéutica, por lo tanto, exige el ejercicio de la razón propia, dejando a un lado las meras opiniones, iniciando así una búsqueda rigurosa que lleve al sujeto a sacar a la luz la verdad. Esta fe socrática en la posibilidad del descubrimiento racional de la verdad, le lleva a Sócrates a compararse irónicamente con su madre: la partera Fenareta (mayéutica significa el arte de la comadrona, de ayudar a dar a luz).
Mediante la ironía, Sócrates hacía frente a las opiniones sin fundamento y a la arrogancia de la conciencia dogmática que cree poseer la verdad. Consistía en hacer preguntas que, bajo la apariencia de tener en alta estima el saber expuesto por el interlocutor, mostraban, en realidad, la inconsistencia del mismo y ponían al interlocutor en la posición de tener que reconocer su ignorancia, quedando refutado aquello que estimaba antes como verdadero.
A esta operación se creía con derecho Sócrates, ya que él mismo partía reconociendo su ignorancia. Es famosa su frase “Sólo sé que no sé nada”; según se cuenta en la “Apología” de Platón, cuando, preguntado el oráculo sobre quién era el más sabio de los griegos, respondió que Sócrates. Éste, en cambio, lo interpretó en este sentido: que él no era arrogante, que él era el único que reconocía su ignorancia. La ironía es lo contrario de lo que hacían los sofistas: éstos cobraban un dinero a cambio del saber que ofrecían; Sócrates no cobraba nada y empezaba por quitarte el saber que creías tener. Sócrates comparaba la sofística con el arte culinario, que busca satisfacer el paladar, pero no se preocupa de las digestiones; mientras que su propio método, en cambio, es como la medicina, que no se cuida de si causa dolores al paciente, con tal de restablecer su salud.
Como señalamos con anterioridad, el segundo momento del método es la mayéutica, es decir, el arte de ayudar a dar a luz la verdad. Consiste en conducir la conversación de modo que pueda surgir la verdad del interior de cada uno, donde estaba latente. El hecho de que la verdad procede de nuestro interior significa que no llegamos a poseer de verdad sino aquellas verdades que producimos en nosotros mismos. Esta verdad que se encuentra en el interior de cada hombre no es relativa a cada uno (Sócrates se opone al relativismo sofístico), sino que es común, es verdad en sí, objetiva.
Se trata de buscar la definición (la esencia) de lo que se está considerando. Sócrates preguntaba incansablemente ¿qué es?... la justicia, la felicidad, el bien, etc., para alcanzar, por encima de la pluralidad de casos en que se predica el concepto, la unidad de la definición. Este procedimiento del diálogo socrático consiste en buscar la definición por medio del razonamiento inductivo.
Según Aristóteles, El razonamiento inductivo y la definición son las aportaciones de Sócrates a la filosofía.

Muerte de Sócrates

Mientras Sócrates desempeñaba su misión, se estaban gestando situaciones que lo conducirían a la muerte. En el año 399, Meleto, Ánito y Licón, acusan a Sócrates de corromper a la juventud, de desconocer a los dioses patrios y de introducir seres demoníacos, y por tales motivos piden su muerte.
Según relata la Apología platónica, Sócrates fue juzgado y condenado a muerte. Sócrates fue encarcelado y treinta días después de su sentencia, su amigo Critón le avisa que al día siguiente tendrá que morir y le pide que acepte la fuga que él y sus amigos le prepararon, fuga que Sócrates rechaza, muriendo víctima del veneno que el carcelero le trae para que beba.
Debido a la serenidad con la que enfrenta su condena y al rechazo hacia la fuga que le fue preparada, su muerte adquiere un sentido heroico.

1 Pericles (495- 429 a.C.) fue un influyente político y orador ateniense en los momentos de la edad de oro de la ciudad (entre las Guerras Médicas y las del Peloponeso). Se lo consideraba un hombre honesto y lleno de virtudes. El periodo en el que Pericles gobernó Atenas es conocido como el Siglo de Pericles. Pericles promocionó las artes y la literatura, razón por la cual Atenas tiene la reputación de haber sido el centro educacional y cultural de la Antigua Grecia. También se lo recuerda por haber comenzado un ambicioso proyecto que llevó a la construcción de la mayoría de las estructuras supervivientes en la Acrópolis de Atenas, incluyendo el Partenón.

2 La Pitonisa o Pitia es un personaje que suele presentarse tanto en los relatos antiguos como en las mitologías. En Grecia, estas mujeres eran un elemento sumamente importante para las grandes jerarquías, dado que gracias a ellas, se podía llegar a conocer la voluntad de los dioses.

3 Un oráculo es una respuesta que da un dios por medio de sacerdotes o de la Pitonisa, o incluso a través de interpretaciones de señales físicas (tintineo de campanillas, por ejemplo), o de interpretaciones de símbolos. También se llama oráculo al propio lugar en que se hace la consulta y se recibe la respuesta. El oráculo más famoso por excelencia, fue el de Delfos, célebre sitio donde la Pitia profesaba las sentencias de Apolo.