lunes, 9 de marzo de 2015

¿Qué es la Filosofía? Características de la Filosofía.

Prof. Antonella Mármol Vila.
Asignatura: Filosofía y Crítica de los Saberes.
Curso: 1º Bachillerato.

– ¿Qué es la Filosofía? –

{ Introducción: Características de la Filosofía

1- La filosofía es un PENSAMIENTO RACIONAL: Para reflexionar se sirve de la razón, de la argumentación; busca coherencia lógica en la elaboración y demostración de sus tesis.
2- La filosofía es un PENSAMIENTO CRÍTICO: Busca la verdad combatiendo mediante su crítica racional todo pensamiento dogmático e irracional: contra el mito, la ficción, la ideología, la opinión vulgar, las imposiciones de la tradición, los dogmas de la fe. En su lucha contra la ignorancia, el oscurantismo y el fanatismo, la principal herramienta de la filosofía es la razón, y su mejor aliada la ciencia.
3- La filosofía es un pensamiento AUTÓNOMO: El filósofo piensa por sí mismo, aunque se apoye en el pensamiento de otros, ya sea para continuarlo o para refutarlo. Por eso requiere de estudio y esfuerzo. No es una actividad improvisada.
4- La filosofía es una reflexión total: Su objeto de investigación son todos los saberes disponibles del hombre, incluida ella misma. Por eso se dice que es un saber de “segundo grado”, un saber sobre otros saberes, una reflexión sobre otras reflexiones (es así que hay una filosofía de la religión, una filosofía de la ciencia, una filosofía política, una filosofía del arte, etc.).
5- La filosofía es un PREGUNTAR RADICAL: Va en busca del sentido último y total de todas las cosas (no ésta o aquélla, como en ciencia). Va hasta la “raíz” de los problemas.
6- La filosofía no es asunto de especialistas ES UNA DIMENSIÓN CONSTIUTIVA DEL HOMBRE: Reflexionamos sobre lo que sabemos, sobre lo que vivimos, sobre lo que queremos.
7- La meta de la filosofía es la sabiduría: La sabiduría es la felicidad para el hombre, según Aristóteles. La filosofía es un camino hacia la sabiduría, camino que nunca se completa.

El Pasaje del Mito al Logos

Vocabulario:

 Mito: Narración extraordinaria de hechos extraordinarios, generalmente referente a los orígenes del mundo. En los mitos se recrean, a través de fábulas o ficciones alegóricas, los hechos primordiales que, supuestamente, dan explicación y fundamento tanto a las normas sociales como a las creencias, costumbres, etc. mediante la exposición de la genealogía de dichas normas y funciones, o del origen o génesis del mundo y del hombre. Generalmente van asociados a la actividad de seres sobrenaturales o de poderes excepcionales, y permiten la justificación de valores, instituciones y creencias, que las sociedades construyen mediante representaciones simbólicas que generalmente expresan las características propias de la sociedad que los engendra. Los personajes de los mitos no pertenecen al mundo cotidiano (al tiempo o al espacio profanos), sino al mundo de lo sagrado.
 Logos: Se traduce habitualmente como razón, aunque también significa discurso, verbo, palabra, proporción. En cierta forma, pues, significa razón discursiva que muestra su sentido a través de la palabra. También da lugar al término lógica que designa la ciencia del saber demostrativo. Todo cuanto está regido por las leyes del logos o de la racionalidad es lógico, mientras que el discurso que las infringe es ilógico o irracional. El discurso mítico es irracional.

¿Qué fue lo que sucedió en Grecia entre los s. VII y s. V a.C.?
¿Por qué se pasó del mito al logos para explicar la realidad?

Para dar respuesta a dichas interrogantes, lo primero que debemos señalar es que entre los babilonios y los griegos, así como entre todos los pueblos que inventan mitos cosmológicos, encontramos narraciones acerca del comienzo de las cosas que intentan comprender o explicar la estructura del Universo en términos de sus orígenes. Dichas narraciones se hacen tradicionales y se conservan oralmente. Ahora bien, lo nuevo en la filosofía griega no consiste tanto en la sustitución de los mitos por algo más «científico», como en una nueva actitud frente a los mitos: se hacen pasibles de una crítica racional, ya no se los acepta más como explicación del cosmos y las cosas. La nueva actitud es la actitud crítica. Algunos empiezan a plantear preguntas, poniendo en tela de juicio la verdad de las tradiciones míticas. Una tradición de orden superior, racional y no mítica, sustituye la tradicional conservación del dogma.

El comienzo de la filosofía: Los primeros filósofos

Los denominados “primeros filósofos” son los llamados “físicos jonios” de la Escuela de Mileto. El primero fue THALES, luego su discípulo ANAXIMANDRO y posteriormente, ANAXÍMENES.
Hasta la llegada de Sócrates, en el siglo V a.C, los primeros filósofos (se les llama también “pre-socráticos”) se dedicaron a buscar un principio (“arché”) que sirviera para explicar de forma racional la naturaleza (physis”) de todas las cosas con las que el hombre se encuentra en el cosmos (por eso se dice que se dedicaron a la “cosmología”, y también que fueron “físicos”). Este principio, que los tres concibieron de modo distinto, serviría para entender el mundo de forma ordenada: así como la polis tenía sus leyes de convivencia (leyes humanas), también la naturaleza debía regirse por leyes, aunque no humanas, sino naturales e independientes del hombre.

La escuela jónica

La escuela jónica fue la primera escuela filosófica (s. VI y s. V a. C.).
El principio para los jónicos es una materia animada por una fuerza interior de movimiento o de transformación: por eso se ha hablado, a propósitos de ellos, de hilozoísmo (concepción de materia viviente).
Para TALES (640 (?)-546), eco de los mitos orienta-les del caos acuoso originario, el principio es el agua, sustancia móvil y fluyente de manera particular, de la cual ha emergido y es sostenida la tierra, y toda vida y toda cosa es engendrada y nutrida por ella. Para ANAXIMANDRO (610-546 a.C.), es lo infinito, indeterminado cualitativamente y sin límites, como el mítico caos y quizás como aquel agitado por tempestades, en cuyo centro surgen aquí y allá torbellinos sin número, produciendo cada uno de ellos la formación de un mundo, por el movimiento de rotación que en la masa rodante separa y distribuye los contrarios (raro-denso, caliente-frío, seco-húmedo), los unos hacia la periferia, los otros hacia el centro del torbellino: esta separación engendra la lucha e injusticia recíproca, cuyo castigo se realiza por una ley inmanente de justicia mediante la destrucción de los opuestos y el retorno periódico a la unidad primordial. Para ANAXÍMENES (585-528 a.C.) es el aire, capaz de rarefacción y de condensación, y por ello generador de los distintos elementos y, al mismo tiempo, principio de vida y de animación de todos los seres.

Mondolfo, Rodolfo; “Breve Historia del Pensamiento Antiguo”; 5ª Edición, Ed. Losada, S.A.; Bs. As.; 1979.