- Profesora: Antonella Mármol Vila.
- Asignatura: Filosofía.
- Curso: 2º B.D.
–
Filosofía
de la ciencia
–
Verificación
/Falsación
Introducción
Cuando el cientificismo decimonónico (el
perteneciente al siglo XIX) se encontró con crecientes dificultades
desde el punto de vista experimental (las cuales se sumaron a las
críticas ya recibidas desde el ámbito filosófico por la reacción
antipositivista), la necesidad filosófica sobre los métodos de la
ciencia comenzó a vivir un renacimiento, el cual se extendió
durante las primeras décadas del siglo XX.
El primer intento de replantearse los
procedimientos científicos en clave crítica fue el principio de
verificación, propuesto por un grupo de científicos (ninguno era un
filósofo puro, eran científicos con tendencia filosófica) conocido
como el Círculo de Viena.
El principio de verificación establece que sólo hay que prestar fe
a aquellas proposiciones que pueden ser probadas mediante
experiencias precisas y controlables. Para estos científicos,
recurrir a la evidencia experimental se convirtió en la única
manera de llevar adelante un principio de discriminación entre las
teorías verdaderas (justificadas por las comprobaciones realizadas)
y las doctrinas pseudocientíficas basadas en hipótesis fascinantes,
pero no confirmadas por verificaciones suficientes.
Los miembros del Círculo de Viena admitían
que la verificación podía asumirse como criterio potencial y no
fáctico: para que una afirmación sea científica, sólo es
necesario que, al menos de manera potencial, pueda someterse a
experimentación, aunque dicha experimentación aún no haya sido
realizada.
La frase “en
Plutón viven hombrecillos verdes”
nunca ha sido verificada, pero en líneas generales podría ser
probada en el futuro gracias al progreso de la tecnología espacial;
sería, por lo tanto, verificable (aunque probablemente falsa) y
asumible como legítima hipótesis científica. Por otra parte, todas
las afirmaciones que no son potencialmente verificables son
declaradas sin sentido, pura fantasía (categoría en la que, según
los miembros del Círculo de Viena, podría incluirse el pensamiento
metafísico).
A pesar de estas afirmaciones, la verificación
adoptó el fenómeno de la observación como piedra angular de la
ciencia, lo que condujo a reforzar el valor de la inducción,
y a volver a poner de actualidad la crítica a este procedimiento
cognoscitivo.
En la segunda posguerra, Karl Popper propuso
sustituir el principio de verificación por el de falsación.
Según Popper, la distinción entre doctrina fantástico-metafísica
y teoría científica no reside en la cantidad de pruebas que se
aduzcan para sostenerlas. Cada teoría genera infinitas consecuencias
que nunca podrán ser verificadas, por lo que el criterio de la
prueba nunca llevará a la certeza definitiva. Por otra parte, muchas
doctrinas pseudocientíficas pretenden aportar razonamientos
probatorios (la magia, por ejemplo, consideraba el magnetismo como
una prueba del principio de la simpatía cósmica).
La distinción entre ciencia y no ciencia
reside, según Popper, en la capacidad de señalar las condiciones
de falsabilidad; es decir, de
aquellos experimentos cruciales que, una vez probados, pudiesen
desmentir la teoría. Pensamiento metafísico sería aquel que, por
intentar explicarlo todo, no prevé ninguna forma posible de
falsación de sus principios. En su obra “La
lógica de la investigación científica”
(1934) Popper criticó el inductivismo
(la idea de que las leyes científicas nacen de una generalización
del caso particular) tanto con argumentos teóricos como con el
análisis de los procedimientos científicos. De hecho, el
inductivismo nunca parte de la observación ingenua y desinteresada
de la naturaleza, sino del intento de falsar las teorías científicas
vigentes por otras mejores. A pesar de su prestigio en la historia de
la filosofía de la ciencia, la inducción no existe en la práctica
de la investigación.
Desarrollo
Modelos
epistemológicos:
1.
Neopositivismo
–
La
concepción inductivista de la ciencia
–
El
Círculo de Viena
Según el modelo neopositivista, la ciencia
comienza con la observación.
Siguiendo esta línea de pensamiento, el observador científico puede
establecer como verdaderos hechos acerca del estado del mundo siempre
y cuando se halle encuentre libre de prejuicios y dotado de un
aparato sensorial normal (que sus sentidos funcionen correctamente).
De esta manera, se elaboran los denominados enunciados
observacionales, los cuales
constituirán aquella base de la cual se derivarán las leyes y
teorías científicas.
Ejemplo:
- “A las once de la noche del día 28 de Julio de 2011 Marte aparecía en “x” posición en el cielo.”
- “Esta cartuchera que estoy viendo es de color violeta.”
La verdad acerca de los enunciados presentados
con anterioridad, se puede establecer mediante la observación,
utilizando los sentidos. Los mismos son denominados como enunciados
singulares (particulares),
debido a que hacen referencia a un hecho o estado determinado, en un
tiempo y lugar específico.
Pero existe otro tipo de enunciados.
Ejemplo:
- “Los metales se dilatan con el calor.”
- “Los planetas se mueven en elipses alrededor del Sol.”
Los pertenecientes a este segundo tipo se
denominan enunciados generales
(universales), por el hecho de
que se refieren a todos los hechos o estados, en todo tiempo y en
todo lugar. Es de destacar que todas las teorías y leyes que
conforman el conocimiento científico son enunciados de este tipo.
Ahora bien, si la ciencia se basa en la
experiencia… ¿Cómo es que de
enunciados singulares (que se obtienen mediante la observación) se
pueden obtener enunciados generales?
La respuesta inductivista expresa que,
suponiendo que se den ciertas condiciones, es válido generalizar,
a partir de una lista finita (limitada) de enunciados observacionales
singulares, una ley universal.
Esto significa que a partir de una lista finita
referente a metales calentados, podría ser válido generalizar, con
lo cual obtendríamos la ley que expresa que: “Todos
los metales se dilatan con el calor.”
Ejemplo:
“El plomo se dilata con
el calor.”
Este tipo de razonamiento, que de una lista
finita de casos singulares nos conduce a la justificación de un
enunciado general, se denomina razonamiento
inductivo, y el método que
utiliza se llama inducción.
Principio de inducción:
Si en una amplia variedad de condiciones se observa una gran cantidad
de A, y si todos los A observados poseen la propiedad B, entonces
todos los A tienen la propiedad B (Todo A es B).
De esta manera, el inductivista alcanza el
conocimiento científico a partir de la observación
y de la inducción
consecuente.
No debemos olvidar que para que sea posible
realizar una generalización válida, es necesario que se cumplan
ciertas condiciones, a saber:
- El número de enunciados observacionales que constituyan la base de una generalización debe ser grande.
- Las observaciones se deben repetir en una amplia variedad de condiciones.
- Ningún enunciado observacional aceptado debe entrar en contradicción con la ley universal derivada (salto inductivo).
Hasta el momento hemos analizado un aspecto de
la ciencia, el referente a la metodología utilizada, pero nos falta
un segundo aspecto, referente a las funciones de la misma, a saber:
explicar
y predecir.
Para ello, el neopositivismo opera del
siguiente modo:
leyes y teorías
. .
. .
. .
. .
. .
inducción deducción
. .
. .
. .
hechos adquiridos predicciones y
por la observación explicaciones
Gracias al establecimiento de leyes y/o teorías
(mediante el método inductivo) el científico podrá, en un segundo
momento, realizar explicaciones y predicciones de fenómenos
(mediante el método deductivo). Es así que, una vez que el
científico cuenta con leyes y teorías de carácter universal, podrá
extraer de ellas diversas consecuencias, las cuales le sirven como
explicaciones y predicciones.
Ejemplo:
“Dado el hecho de que los metales se
dilatan al ser calentados, es posible deducir el hecho de que los
rieles del ferrocarril continuos, sin que existan entre ellos
pequeños huecos, se deformarán con el calor del Sol.”
Es así que, mediante las leyes y las teorías
obtenidas, se pueden hacer predicciones, que serán legítimas porque
utilizaremos un procedimiento lógico: la deducción.
Ejemplo:
“El agua pura se congela a 0 ºC.”
ley o teoría.
“Este vaso contiene agua pura.”
condición inicial.
“Si la temperatura desciende a 0 ºC, el
agua se congelará.” predicción.
La del ejemplo anterior es una predicción
lógicamente válida, obtenida a
partir de las premisas (si las premisas son verdaderas, la conclusión
será verdadera).
Críticas
al inductivismo:
- La ciencia no comienza con la observación – Esta crítica expone la idea de que el inductivismo es una forma de autoengaño, ya que su proceder es el siguiente: creo partir de un caso particular y llegar a conclusiones generales, sin embargo, no puedo considerar ningún caso particular sin tener una idea previa respecto del mismo, es decir, un concepto, lo cual equivale a una hipótesis. Esto significa que, siempre que nos encontramos ante un caso particular, lo hacemos a través de una hipótesis previa, lo que a su vez significa que, en toda situación, aplicamos un razonamiento hipotético-deductivo, por lo cual caemos en nuestro propio engaño al creer y afirmar que razonamos inductivamente.
- La observación no proporciona una base segura para el conocimiento científico – La concepción inductivista considera que el observador tiene acceso a las propiedades del mundo, y por ello, dos o más observadores registran un mismo hecho desde un lugar en común. No obstante, hay datos que señalan que las experiencias no se determinan de esta manera, no se trata de una cuestión física basada en las imágenes que se forman en las retinas). Dos observadores normales (sin dificultades que impidan o afecten la observación) que vean el mismo objeto desde el mismo lugar y en las mismas circunstancias no tienen necesariamente las mismas experiencias visuales, aunque las imágenes producidas en las retinas sean iguales. Como consecuencia podemos decir que las experiencias perceptuales dadas en el acto de ver no se encuentran determinadas solamente por las retinas, sino que también dependen de las experiencias pasadas, su conocimiento, sus sentimientos, su expectativa, por ejemplo. Lo dicho pone en tela de juicio a la observación concebida como base segura para lograr el conocimiento científico.
- El principio de inducción no proporciona una base segura para el conocimiento científico -
¿Cómo
se justifica el principio de inducción?
- Justificación por la lógica.
- Justificación por la experiencia empírica.
- Los razonamientos válidos son aquellos que tienen premisas verdaderas, y por lo tanto, conclusión verdadera (razonamiento deductivo). Sin embargo, los razonamientos inductivos no poseen esta característica, los mismos no son válidos desde el punto de vista lógico: no se da el caso de que, si las premisas son verdaderas, la conclusión deba ser verdadera necesariamente, dicho en otras palabras, es posible que las premisas sean verdaderas y la conclusión falsa, porque desde el punto de vista formal, no es contradictorio. En resumen, no se puede apelar a la lógica para justificar la inducción.
- Quien se apoya en el método inductivo puede argumentar que ha observado que la inducción funciona en un gran número de casos, y en base a ello se afirma que funcionará siempre:
El cumpleaños de mi hermana fue aburrido.
El de mi padre también fue aburrido.
Los cumpleaños son aburridos.
En el ejemplo se infiere un enunciado general a
partir de otros que son particulares y que fueron acertados en el
pasado. Pero esta argumentación no se puede utilizar para justificar
la argumentación inducción (argumento circular).
2.
Falsacionismo
–
La
concepción falsacionista de la ciencia
–
Karl
Popper
Karl Popper (1902-1994) nació en Viena,
Austria. Introdujo un método basado en la falsabilidad de las
hipótesis, el llamado método
hipotético-deductivo.
Para Popper, constatar una teoría implica
intentar refutarla (derribarla) mediante un contraejemplo (probar su
falsedad), si la teoría no queda refutada se dice que queda
corroborada,
pudiendo ser aceptada provisoriamente, pero nunca se dice que queda
verificada.
¿Por qué falsar una hipótesis o teoría en
vez de intentar verificarla?
Recordemos
que el problema de la inducción surge del hecho de que nunca
podremos afirmar algo universal partiendo de datos particulares
ofrecidos por la experiencia, por ejemplo: por muchos millones de
cuervos negros que veamos nunca podremos afirmar que “todos
los cuervos son negros”, en cambio
si hallamos un solo cuervo que no sea negro, si podremos afirmar que
“no todos los cuervos son negros”.
Es por ello que Popper utiliza la falsabilidad como criterio de
demarcación.
La lógica de la investigación científica
propuesta por Popper, en definitiva, puede resumirse de la siguiente
manera:
De la veracidad de los enunciados
particulares, no puedo inferir
la veracidad del enunciado universal; pero de la falsedad de un
enunciado particular, puedo deducir
la falsedad del enunciado universal.
En el proceso lógico, se sustituye el inferir
(proceso propio del inductivismo) por el deducir.
En las propias palabras de Popper: “Estas
consideraciones nos sugieren que el criterio de demarcación que
hemos de adoptar no es el de la verificabilidad, sino el de la
falsabilidad de los sistemas. Dicho de otro modo: no exigiré que un
sistema científico pueda ser seleccionado de una vez para siempre,
en un sentido positivo; pero sí que sea susceptible de selección en
un sentido negativo por medio de contrastes o pruebas empíricas: ha
de ser posible refutar por la experiencia un sistema científico
empírico.”
Popper, K.; “La
lógica de la investigación científica”;
Ed. Tecnos, pág. 40.
Justificación desde la lógica:
Si verificamos:
Si falsamos:
Hipótesis Observación
Hipótesis Observación
Observación
No observación
Hipótesis
No hipótesis
Falacia
de afirmación del consecuente Modus
tollendo tollens
Frente al problema de la inducción, Popper
propone un método científico de conjetura, por el cual se deducen
las consecuencias observables
y se ponen a prueba. Si falla la consecuencia, la hipótesis queda
refutada y debe rechazarse. Si no es refutada, se repite el proceso
considerando otras consecuencias deducibles, y si la hipótesis
resiste a los diversos intentos de refutación, se dice que está
corroborada,
lo cual no es equivalente a afirmar que ha quedado confirmada
definitivamente, sino sólo provisionalmente, por la evidencia
empírica.
Ejemplo:
Problema:
¿Cómo los murciélagos son capaces de volar normalmente, evitando
obstáculos en la noche, si sus ojos son débiles?
1º
hipótesis: Tal vez el murciélago pueda ver sólo por la noche de
forma eficaz. – Se vendan los ojos del murciélago de día y
responde normalmente (se refuta la
hipótesis).
2º
hipótesis: Tal vez su olfato es el responsable de su eficacia para
volar. – Se bloquea dicha capacidad y responde normalmente (se
refuta la hipótesis).
3º
hipótesis: Tal vez el oído tiene que ver con su eficacia para
volar. – Se bloquean los oídos y el murciélago choca contra los
objetos (se corrobora).
Se llega a una teoría
aceptada provisionalmente, lo cual significa que hasta el momento es
la que mejor explica los hechos.
- El progreso de la ciencia
Para Popper, el progreso de la ciencia se da
mediante el planteamiento de problemas:
con el objetivo de solucionar los mismos, se formularán hipótesis
falsables. Esto significa que el
método hipotético-deductivo no comienza con una hipótesis, sino
con un problema, frente al cual, al intentar resolverlo, surgirá una
hipótesis.
Es preciso señalar que no es lo mismo
“falsable”
que “falso”:
una hipótesis es falsable en tanto sea probable o potencialmente
falsa (puede serlo), en cambio una hipótesis es falsa cuando se
probó la falsedad.
Las hipótesis propuestas por los
falsacionistas deben ser falsables, es decir, deben ser susceptibles
de ser falsadas. La ciencia progresa mediante ensayo
y error.
¿Qué condiciones debe cumplir una
hipótesis para ser falsable?
Deben ser lo más generales posibles, lo más
claras y lo más precisas.
Ejemplo:
- Una hipótesis no falsable sería: “Mañana tal vez llueva”, ya que en ningún caso se puede falsar (no es clara, no es precisa).
- Una hipótesis falsable sería: “El planeta Mercurio gira en una órbita”.
- Una hipótesis más general y por ende más falsable sería: “Todos los planetas giran en una órbita”.
- Una hipótesis más precisa y por lo tanto más falsable sería: “Todos los planetas giran en una órbita elíptica”.
Las hipótesis más precisas y con más
información son más falsables, por lo tanto son más aceptadas por
el falsacionista.
Más falsaciones = más cerca de la
verdad provisoria.
Limitaciones
del falsacionismo:
- La dependencia de la observación de la teoría y la falibilidad de las falsaciones – Las afirmaciones del falsacionista se contradicen, ya que los enunciados observacionales dependen de la teoría y son falibles.
Hipótesis Observación refutar o
corroborar
Falible
Si un enunciado universal, o una teoría
conformada por enunciados universales o parte de la teoría choca con
algún enunciado observacional, puede ser que sea el enunciado
observacional el que esté equivocado.
- La complejidad de las situaciones a prueba – Una teoría científica constará de un conjunto de enunciados universales, pero para comprobarla experimentalmente es preciso recurrir a algo más que esos enunciados, será necesario aumentarla mediante supuestos auxiliares, como por ejemplo leyes y teorías que rigen el uso de los instrumentos utilizados. Para deducir una predicción cuya validez se haya de comprobar experimentalmente, será necesario añadir condiciones iniciales, tales como una descripción del marco experimental:
(hipótesis + condiciones iniciales + supuestos
auxiliares) observación.
No se puede falsar de manera concluyente una
teoría porque no se puede excluir la posibilidad de que la
responsable de una predicción errónea sea alguna parte de la
compleja situación de corroboración y no de la teoría sometida a
prueba.
- Sobre la base de los argumentos históricos, el falsacionismo es insuficiente – Para los falsacionistas un hecho histórico incómodo es que si los científicos se hubieran atenido estrictamente a su metodología, aquellas teorías que se consideran como los mejores ejemplos de teorías científicas nunca habrían sido desarrolladas, porque habrían sido rechazadas desde su inicio. Quienes afirman esto lo hacen apoyándose en el hecho de que es posible encontrar en la historia afirmaciones observacionales que fueron aceptadas en su época y que a su vez eran incompatibles son la teoría. Sin embargo, esas teorías no fueron rechazadas. Si lo hubieran sido, la historia de la ciencia habría sufrido estancamientos significativos en diversos campos.
– Síntesis
general
de
la
temática
–
El panorama de la epistemología contemporánea
fue modificado profundamente tras la sustitución realizada por
Popper, del tradicional criterio de
verificación (según el cual toda
teoría experimental probada es definitiva) por el principio
de falsación (según el cual
cualquier teoría sólo puede ser verosímil y confirmada
temporalmente).
La primera conclusión es que la epistemología
ya no tiene que especificar, como en el pasado, un criterio
de demarcación; es decir: ya no
debe elaborar reglas destinadas a separar con una línea definida
aquello que es científico de lo que no lo es, sino que debe
limitarse a arbitrar aquellas teorías
que compitan entre sí. Admitir el
principio de falsación implica aceptar la idea de que el hombre no
posee un criterio de verdad: aunque encontrásemos una teoría
absolutamente verdadera, nunca podríamos saberlo.
– Bibliografía
–
- Popper, K. R.; “La lógica de la investigación científica”; Editorial Tecnos, 5ª edición.
- “Atlas Universal de Filosofía”; Manual didáctico de autores, textos, escuelas y conceptos filosóficos.
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